Dos nuevos miembros en el Gobierno suizo

Subrepresentación de la Suiza de lengua alemana y de las ciudades

Aunque esta elección parcial se caracteriza por la estabilidad, no deja de presentar ciertas peculiaridades. Así, es la primera vez que el cantón periférico del Jura, el miembro más joven de la Confederación, tiene representación en el Gobierno, para gran alegría de sus habitantes. En el Gobierno predomina ahora una mayoría latina: tres suizos francófonos y uno del Tesino, frente a tres suizos de habla alemana. Tal constelación solo se había dado una vez desde el nacimiento del Estado federal, hace 175 años: de 1917 a 1919. No han dejado de alzarse voces críticas para exigir que, ahora también, esta mayoría latina siga siendo temporal: como el 70 % de la población vive en la Suiza de habla alemana, esta se encuentra ahora muy subrepresentada, sobre todo en vista de que la Constitución prescribe una representación equilibrada de las regiones lingüísticas. También fue motivo de intensos debates el hecho de que las grandes ciudades ya no estén representadas en el Consejo Federal.

La izquierda pierde un departamento clave

Rösti, nuevo Consejero Federal de la UDC, se hizo cargo del Ministerio vacante: el de Medio Ambiente, Transporte y Energía, con lo que la izquierda perdió este departamento clave, encabezado hasta entonces por Simonetta Sommaruga, y que, de esta manera, pasa a manos de los conservadores. La nueva Consejera Federal del PSS, Baume-Schneider, dirige en adelante el Ministerio de Justicia y Policía, por lo que es responsable de la política de asilo. Este departamento había quedado vacante debido al traslado de Karin Keller-Sutter, Consejera Federal del PLR, al Ministerio de Finanzas. Los demás miembros del Consejo Federal han conservado sus departamentos.

¿Seguirán las cosas tal como están ahora en el Consejo Federal? Esto se verá a finales de este año: tras las elecciones nacionales de otoño, el nuevo Parlamento procederá en diciembre a reelegir a la totalidad del Gobierno. Dependiendo del resultado de los partidos –y de si ocurre una nueva dimisión– podrían producirse otros movimientos en el Ejecutivo. Por ejemplo, los partidos verdes, cada vez más fuertes, llevan años reclamando un escaño en el Gobierno.